La Bitácora del Derecho

En ocasiones he escuchado personas decir " José nació con talento, es por eso que el ha logrado ser exitoso y yo no". Mas equivocados no podrían estar esas personas, José logró tener éxito porque además de usar su talento innato, fue perseverante y trabajó de forma inteligente. Sin lugar a dudas, poseer talento para determinada acción en la vida ayuda, y mucho, en el logro de metas; sin embargo, no es suficiente para conseguir el éxito, a ese talento innato debemos agregarle esfuerzo, dedicación, perseverancia, y ganas. Tu puedes tener cualidades excepcionales, pero si no eres perseverante el triunfo puede volverse algo imposible de alcanzar. En el día a día, sin la constancia, de nada sirve ser inteligente, hábil e ingenioso. Una persona podrá no ser tan ‘apta’ para una acción determinada, pero si es tenaz, y persevera, quizá tarde un poco, pero es 100% seguro que alcanzará sus metas. Muchas personas se destacan por su inteligencia, otros por ser ingeniosos,

Cuando eres joven y te encuentras en el largo camino de la preparación académica, piensas: voy a estudiar tal carrera, para trabajar y ganar mucho dinero. A medida que te acercas al gran día anhelado (graduación) más convencido te encuentras de que vas a trabajar en lo que te "apasiona" y vas a ganar mucho dinero. Un día sin darte cuenta te encuentras sentado en ese gran salón de eventos donde con la entrega de tu titulo serás oficialmente un profesional, y es cuando llega la siguiente inquietud a tu cabeza ¿y ahora que sigue?. Ciertamente esto constituye un asunto serio y sobre el cual se debe actuar de inmediato, pues al final de cuentas saliste de la Universidad y encontraste una realidad muy distinta a la esperada o soñada, pues te diste cuenta de las siguientes verdades: Tener un titulo en tus manos no equivale a obtener un empleo de inmediato y haber sido el mejor alumno no te garantiza un empleo de inmediato, mucho menos te garantiza que el empleo que ob

Según la ley 126-02 de Comercio Electrónico, los documentos digitales, correos electrónicos y firmas digitales son totalmente admisibles como medios de prueba, tanto así, que tendrán la misma fuerza probatoria que tienen los actos bajo firma privada en el CC y en el CPC. De igual modo, en las actuaciones judiciales o administrativas, tendrán la misma eficacia, validez, fuerza probatoria y obligatoria. Ahora bien, dado que se trata de un medio digital, antes de valorarse como prueba, deberá verificarse la confiabilidad o proveniencia del mismo, de manos de su creador. En el caso de las firmas digitales, aunque es cierto que tiene fuerza probatoria igual que cualquier documento manuscrito, la misma debe cumplir con ciertos atributos: ·          Ser única. ·          Susceptible de ser verificada. ·          Bajo el control de quien la usa. ·          Pertenecer al medio digital al que está asociado. ·          Cumplir con las reglamentaciones del poder ejecutivo.